Receta de postre en plato de inspiración invernal, presentado de forma elegante y con estilo!...Todo un postre de alta cocina que te voy a explicar paso a paso para que lo puedas hacer en casa!
No sé si os acordáis que hace un tiempo hice un postre en plato inspirado en el Otoño, dije que intentaría hacer uno con cada una de las estaciones, pues bien hoy le ha llegado el turno al invierno!
Quizás es la estación más complicada de representar en un postre, porque hay poca variedad de fruta disponible en esta época y si miramos cualquier paisaje invernal no vamos a ver más que nieve y muy pocos colores, pero como a mí me encantan los postres con mucho colorido he optado por recrear el típico paisaje invernal lleno de nieve pero con un toque de color que he conseguido añadiendo dos frutas típicas del invierno, las fresas y el kiwi.
El
postre está compuesto por una semiesfera de mousse de chocolate blanco con
interior gelificado de fresa, después he pintado la semiesfera para darle un
toque aterciopelado que recuerde un poco a la nieve.
A
continuación he colocado una ganache montada de vainilla a lo largo del plato
formando una especie de cordón, después he colocado unos puntos merengue que he
secado en el horno para aportar una textura crujiente al plato y algunos de
esos puntos los he desmigado para resaltar el efecto de la nieve, a
continuación he colocado unos trozos de gelatina montada de kiwi, unas cuantas
fresas cortadas de diferentes formas y he terminado con unos puntos de gel de
fresas y he decorado la semiesfera con una pieza de chocolate blanco.
Ingredientes (para 4 postres)
Para la mousse de chocolate
blanco
150
gr de chocolate blanco, 50 gr de nata, 24 gr de yema, 18 gr de azúcar, 4 gr de
gelatina, 240 gr de nata semimontada.
Para el interior gelificado de
fresa
168
gr de puré de fresas, 32 gr de azúcar, 4 gr de gelatina.
Para la ganache montada de
vainilla
135 gr de nata, 30 gr de
chocolate blanco, 2 gr de gelatina, media vaina de vainilla.
Para la gelatina montada de kiwi
80 gr de puré de kiwi, 10 gr
de azúcar, 10 gr de agua, 4 gr de gelatina.
Para el merengue
35 gr de claras, 56 gr de
azúcar.
Para el gel de fresas
100 gr de puré de
fresas, 10 gr de azúcar, 1 gr de Xantana.
Para la pieza de chocolate blanco
100
gr de chocolate blanco.
Para la pintura aterciopelada (opcional)
100 gr de chocolate blanco, 50
gr de manteca de cacao y colorante blanco.
Elaboración
Para la ganache montada de
vainilla
Empezamos elaborando la
ganache ya que hay que dejarla reposar al menos 12 horas paras poderla montar,
primero troceamos el chocolate y lo introducimos en un bol, a continuación
calentamos la nata hasta los 90ºC, retiramos del fuego, raspamos las semillas
del interior de la vaina de vainilla y las añadimos a la nata junto con la
vaina, tapamos y dejamos infusionar 20 minutos.
Colamos y comprobamos que
seguimos teniendo los 135 gr, si no es así completamos con un poco más de nata
hasta llegar a los 135 gr, volvemos a calentar hasta los 90ºC y vertemos sobre
el chocolate, mezclamos bien hasta que el chocolate se funda, a continuación
añadimos la gelatina (previamente hidratada y bien escurrida) y dejamos
enfriar. Cuando se haya enfriado la tapamos con papel film y la metemos en la
nevera, la dejaremos reposar 12 horas para poderla montar.
Para el interior gelificado de fresa y la mousse de chocolate blanco
Empezamos con el gelificado
del interior, trituramos la fresas con el azúcar y cogemos una pequeña parte de
ese puré, lo calentamos hasta los 60ºC y añadimos la gelatina (previamente
hidratada y bien escurrida), mezclamos para que se disuelva bien y juntamos con
el resto del puré de fresas, ahora vertemos sobre los moldes de semiesferas hasta
un poco menos de la mitad y congelamos.
Cuando los interiores estén bien
congelados, desmoldamos y con ayuda de un aro de menor tamaño que la semiesfera
recortamos un poco para que nos quepan después en el interior (si os cuesta
cortarlo, tan solo tenéis que esperas 1 minuto aproximadamente para que se
descongele un poco y os resultara más fácil cortarlos). Una vez cortados los
volvemos aguardar en el congelador.
Ahora vamos con la mousse, en
un cazo ponemos la nata a calentar, mientras mezclamos las yemas con el azúcar
en un bol, cuando la nata llegue a los 90ºC retiramos del fuego y la vamos
incorporando a las yemas poco a poco para equilibrar la diferencia de
temperatura y removemos. Pasamos la mezcla de nuevo al cazo y ponemos a
calentar a fuego suave procurando que no pase de 84ºC (si pasara de 84ºC el
huevo cuajaría) y sin dejar de remover hasta que empiece a espesar
ligeramente. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina (previamente
hidratada y bien escurrida), a continuación colamos la mezcla y vertemos sobre
el chocolate blanco (previamente picado), removemos con las varillas hasta que
el chocolate blanco se funda y tengamos una mezcla homogénea (si no se nos
funde del todo el chocolate podemos darle un golpe de microondas pero con
cuidado de que no pase de los 84ºC), a continuación le pasamos el túrmix
para que quede una mezcla bien homogénea y cuando este a 33ºC, semimontamos la
nata y la añadimos poco a poco con movimientos envolventes.
Ahora empezamos a rellenar los
moldes de semiesfera con la mousse procurando llenar solo hasta la mitad, ahora
sacamos los interiores y los colocamos encima de modo que queden centrados,
presionamos ligeramente para que se asiente bien y terminamos de rellenar con
más mousse hasta llegar arriba, alisamos con la espátula y congelamos.
Para la gelatina montada de kiwi y el merengue
Empezaremos preparando la
gelatina, ponemos el agua y el azúcar en un cazo y lo ponemos al fuego, cuando
el azúcar se empiece a disolver añadimos el puré de kiwi y cocemos hasta
los 70ºC (se cuece hasta los 70ºC para evitar la acción de la actinidina, que
es una enzima presente en el kiwi que impide que la gelatina actúe, pero a
partir de los 70ºC queda inactivada). Retiramos del fuego y añadimos la
gelatina (previamente hidratada y bien escurrida), ahora lo pasamos a un bol y guardamos
en la nevera hasta que empiece a cuajar un poco, una hora aproximadamente.
Cuando empiece a cuajar un
poco la cortamos en trozos con un cuchillo y la montamos con las varillas hasta
que prácticamente doble su volumen, tarda un poco así que puede que os resulte
más practico utilizar una máquina,(opcionalmente podemos añadir unas gotas de
colorante verde y amarillo para reforzar el color porque al montarla la
gelatina se volverá más clara).
Una vez este montada, vertemos
sobre un aro de emplatar y la guardamos en la nevera hasta que cuaje.
Ahora vamos con el merengue, primero
ponemos una olla con agua al fuego, después cogemos un bol metálico que nos
encaje bien en la olla sin que toque el agua, añadimos las claras y el
azúcar al bol (opcionalmente podemos añadirle crémor tártaro para darle más
estabilidad, aunque al cocerlo ya queda bastante estable) y empezamos a batir
con las varillas hasta que alcance los 60ºC, retiramos del fuego y acabamos de
montar. Metemos el merengue en una manga con boquilla lisa y vamos poniendo
unos puntos de merengue sobre una bandeja de horno cubierta con papel
sulfurizado y horneamos a 100ºC durante una hora aproximadamente. Pasado este
tiempo apagamos el horno y dejamos enfriar el merengue dentro del horno con la
puerta entreabierta.
Para el gel de fresas, la pieza de chocolate y el montaje del postre
Empezaremos preparando la
pieza de chocolate, primero troceamos el chocolate blanco, lo fundimos a 40ºC y
lo atemperamos, vertemos tres cuartas partes del total sobre un mármol frío
hasta que alcance los 24ºC, removiendo con la espátula para acelerar el
proceso, unimos con el resto del chocolate para que alcance los 28ºC de
temperatura.
Una vez tengamos el chocolate
bien atemperado, vertemos el chocolate sobre una hoja de papel de acetato
y colocamos un aro que tenga el mismo diámetro que las semiesferas del
molde que hemos utilizado para conseguir una forma curvada, ahora con un
palillo vamos haciendo las puntas y dejamos secar completamente.
Mientras preparamos el gel de
fresa, cogemos el vaso de la batidora y trituramos las fresas con el azúcar,
después añadimos la Xantana y volvemos a triturar hasta que espese. Reservamos
en una manga.
Ahora montamos la ganache de
vainilla y la metemos en una manga con boquilla lisa.
Ahora que ya lo tenemos todo
listo empezamos con el montaje, podéis usar un plato negro o blanco, pero
resaltara más en uno negro, yo he utilizado una pizarra. Lo primero que haremos
será desmoldar la semiesfera y pintarla para darle el efecto aterciopelado, si
no la vamos a pintar la pondremos directamente en el plato.
Ahora cogemos la manga con la
ganache de vainilla y trazamos una especie de cordón a lo largo del plato
haciendo pequeñas espirales de vez en cuando (mirar fotos). Ahora colocamos
unos cuantos puntos de merengue seco y desmigamos otros cuantos repartidos por
el plato para simular un efecto como nevado.
A continuación colocamos unas
cuantas fresas cortadas de diferentes formas, ahora sacamos la gelatina montada
de kiwi y pellizcamos unos cuantos trozos y los repartimos por el plato,
finalmente decoramos con algunos puntos de gel de fresas y terminamos colocando
la pieza de chocolate encima de la semiesfera.
12 Comentarios
Invierno? O magia?
ResponderEliminarJajaja...no se si es magia Sil, pero yo quede muy contento con este postre ...me dio pena hasta comérmelo jeje
EliminarUn abrazo.
Como siempre tu trabajo es impecable y tu puesta en escena impresionante, pero discrepo en que la fresa sea una fruta de invierno. De invierno son las granadas, las naranjas, las peras...pero no las fresas, que aunque ciertamente se encuentran en todas las épocas del año (como prácticamente todas las frutas) estas son mas de inicio de primavera y de verano... Por lo demás impecable como siempre, alabo tu buen hacer y tu buen gusto creativo.
ResponderEliminarMuchas gracias Sonsoles! Me alegro de que te guste. Si que es verdad que las fresas son mas bien una fruta de finales de invierno y principios de primavera, pero creo que también puede variar un poco en función de la zona donde se viva, el clima y la variedad de fresas, por aquí siempre se empiezan a ver las fresas por las fruterías a finales de febrero y por eso yo siempre las he relacionado con el invierno, aunque supongo que hoy en día muchas de las frutas que vemos suelen provenir de invernaderos y eso hace que pueden encontrar fuera de temporada.
EliminarPero aun así creo que el clima y el lugar juegan un papel fundamental, mis padres tienen un huerto y por aquí las granadas empiezan a madurar a finales de septiembre y si no te das prisa en cogerlas al final se las acaban comiendo los pajaros jeje...
Supongo que podía haber utilizado muchas otras frutas mas propias del invierno para este plato, como las naranjas o las peras, pero cuando fui a la frutería y vi las fresas no me pude resistir jeje...están tan ricas!
Un abrazo.
Roberto que maravilla y cuantos sabores distintos, que delicia! Es cierto que en mi tierra, Andalucia, las fresas son en primavera-verano, pero que más da! La combinación que has hecho me parece perfecta y como tu dices da pena comerselo...
ResponderEliminarBesos
Eva Gil
Muchas gracias Eva! Me alegro de que te guste, al principio si que daba pena comérselo jeje pero una vez que le incas la cuchara ya no te da ninguna pena jajaja...
EliminarCon tanto hablar de las fresas al final me ha picado la curiosidad jeje y he investigado un poco, por lo visto la temporada de fresas empieza a finales de enero y termina a finales de mayo, aunque se centra sobre todo entre 15 de marzo y el 15 de abril...así que puede que sea por eso que yo siempre las empiezo a ver en febrero.
Un abrazo.
Un poste muy rico y sobre todo, una presentación muy cuidada y original.
ResponderEliminarSaudos
Muchas gracias Chary! Me alegro de que te guste, me gusta innovar con las presentaciones de los postres y se me ocurrió esto, es diferente y queda muy chulo!
EliminarUn abrazo.
Te hubiera quedado igualmente majestuoso tanto con peras como con fresas. Todo lo que tocas lo conviertes en arte.
ResponderEliminarBlanca de JUEGO DE SABORES
Muchas gracias Blanca! La verdad es que si que podría haber quedado bien con cualquier otra fruta, pero cuando vi las fresas con ese hermoso color rojo, no me pude resistir, quedan tan bonitas y están tan ricas!
EliminarUn abrazo.
Qué preciosidad, parece un cuadro!!! Y esas fotos que haces con la cucara, son muy descriptivas. Casi puedo saborearlo y sentir esa textura esponjosa de la mousse y la de la gelatina. Impresionante!
ResponderEliminarBesos
M. Ángeles
Muchas gracias M. Ángeles! La verdad es que es difícil representar el invierno en un postre porque solo me venia a la cabeza la nieve, al principio pensé en jugar solo con el color blanco pero en diferentes tonalidades, lo malo es que no encontraba ingredientes con esas tonalidades así que al final opte por añadirle color con las fresas y el kiwi jeje, puede que no sea tan invernal pero quedo precioso!
EliminarUn abrazo.