Para elaborar este
postre he intentado hacer una versión diferente del clásico tiramisú, se me ha
ocurrido hacer una versión en chocolate pero respetando los clásicos sabores
italianos que lo componen, como el mascarpone, el café, y el Amaretto.
Para elaborarlo he
utilizado un aro pequeño con forma de gota. Este tiramisú está compuesto por un
bizcocho de chocolate bañado con un almíbar de Amaretto, a continuación un
cremoso de chocolate blanco y café, después otra plancha de bizcocho bañado,
encima de este una placa de chocolate negro con unos puntos de esponjado de
mascarpone encima, otra placa de chocolate y otra vez unos puntos de esponjado
de mascarpone, y para finalizar he espolvoreado un poco de cacao por encima.
Para acompañar he elaborado un helado de praliné de anacardos caramelizados que
combina estupendamente con los sabores ligeramente amargos del chocolate y el
café.
Ingredientes
Para el bizcocho de chocolate
65 gr de yemas, 135 gr
de azúcar, 35 gr de agua, 135 gr de claras, 115 gr de harina, 18 gr de cacao en
polvo.
Para el cremoso de chocolate blanco y
café
150 gr de café expreso, 350 gr de chocolate blanco, 1 gr de gelatina.
Para
el almíbar de Amaretto
50 gr de azúcar, 50 gr de agua, 33 gr de Amaretto.
Para
el esponjado de Mascarpone
188 gr de nata, 38
gr de azúcar, 125 gr de mascarpone.
Para
las placas de chocolate
50 gr de chocolate negro 70%.
Para
el helado de praliné de anacardos caramelizados
250 gr de nata, 250 gr de leche, 90 gr de yema, 124
gr de azúcar, 33 gr de azúcar invertido, 8 gr de glucosa, 53 gr de anacardos,
53 gr de azúcar, una pizca de sal Maldon, 2 gr de gelatina.
Para
decorar
Cacao en polvo, sirope de chocolate, granillo de anacardos caramelizados y placas
de chocolate.
Elaboración
Empezaremos elaborando el helado, para ello primero
elaboraremos el praliné, ponemos los 53 gr de azúcar en un cazo a calentar
hasta que se forme un caramelo, a continuación añadimos los anacardos y
removemos para que se impregnen bien de caramelo, volcamos el contenido
del cazo sobre una hoja de papel
sulfurizado y dejamos enfriar. Una vez frío, lo trituramos con ayuda de un
procesador de alimentos o una thermomix hasta obtener un polvo fino y
reservamos.
En otro recipiente mezclamos las yemas con el azúcar
hasta que empiecen a blanquear.
Calentamos la leche y la nata en un cazo y le
añadimos la glucosa y el azúcar invertido, mezclamos bien y cuando llegue a los
90ºC retiramos del fuego, incorporamos la leche a las yemas poco a poco para
equilibrar la diferencia de temperatura y removemos. Pasamos la mezcla de nuevo
al cazo y ponemos a calentar a fuego suave procurando que no pase de 84ºC (si
pasara de 84ºC el huevo cuajaría) y sin dejar de remover hasta que empiece a
espesar ligeramente. Retiramos del fuego, añadimos la gelatina (previamente
hidratada en agua fría y bien escurrida) y removemos hasta que se disuelva.
Preparamos un recipiente amplio con agua con hielo
para enfriar rápidamente el bol y seguimos removiendo para que no forme costra.
Dejamos enfriar.
Una vez tengamos la crema fría, tapamos con film y
dejamos reposar 24 horas en la nevera. Al día siguiente la pasamos por la
heladera, y guardamos el helado en un recipiente en el congelador durante al
menos 4 horas para que madure.
A continuación elaboramos el cremoso de chocolate
blanco y café, para ello calentamos el café y disolvemos la gelatina
previamente hidratada.
Vertemos poco a poco encima de la cobertura picada y
emulsionamos el conjunto con la túrmix. Dejamos enfriar durante unas doce
horas.
Ahora elaboramos las placas de chocolate, fundimos
la cobertura negra a 50ºC y la atemperamos, vertemos tres cuartas partes del
total sobre un mármol frío hasta que alcance los 27ºC de temperatura de
descenso, removiendo con la espátula para acelerar el proceso, unimos con el
resto de cobertura para que alcance los 31ºC de temperatura de templado.
Cogemos una hoja de papel de acetato, volcamos el chocolate
encima y alisamos con la espátula. Esperamos a que se seque un poco y con ayuda
de un aro o cortapastas con forma de gota marcamos dos placas. Cubrimos con un
trozo de papel vegetal y colocamos algo de peso encima para que no se curve al
secarse. Reservamos.
Al día siguiente
elaboramos el bizcocho de chocolate, con estas cantidades nos saldrán varias
planchas finas que podremos guardar en el congelador para otra ocasión.
Primero montamos las yemas con
la mitad del azúcar, cuando estén semimontadas añadimos el agua poco a poco.
Montamos las claras con la otra mitad del azúcar y mezclamos con las yemas.
Agregamos la harina y el cacao (previamente tamizados) lentamente, mezclando con
cuidado para que no se baje. Extendemos una capa fina sobre la bandeja del
horno, previamente cubierta con papel sulfurizado, y horneamos a 210ºC durante
8 minutos aproximadamente. Dejamos enfriar.
Mientras hacemos el
almíbar de Amaretto, ponemos el azúcar y el agua en un cazo y lo calentamos
hasta los 100ºC, retiramos del fuego y dejamos enfriar, una vez frio añadimos
el licor y mezclamos bien. Reservamos.
Ahora elaboramos el
esponjado de mascarpone, primero montamos la nata con el azúcar, a continuación
ponemos el mascarpone en un bol e incorporamos la mitad de la nata montada,
mezclamos bien y añadimos el resto de la nata. Metemos la mezcla en una manga y
reservamos en la nevera.
Para el emplatado
cogemos un plato rectangular y con ayuda de una brocha pintamos con sirope de
chocolate en el centro del plato, a un lado colocamos el tiramisú y en el otro
colocamos una quenelle de helado y la decoramos con un trozo del chocolate que
nos sobro de hacer las placas y unos anacardos caramelizados ligeramente
machacados.
4 Comentarios
Estupenda receta guardando todos los sabores del tiramisú.
ResponderEliminarMe gusta mucho la manera que tienes de darle forma al chocolate. Yo soy un desastre y nunca me queda bien. Yo directamente lo ponía en un molde y lo dejaba ahí enfríar, pero haré como tú y cuando enfríe un poco lo marcaré con el molde y le pondré peso.
Un abrazo.
Muchas gracias Alejandro, para hacer placas finas de chocolate es mejor estirarlo sobre un papel de acetato o un papel vegetal, esperar a que se seque un poco y cortar a cuchillo o con un aro o cortapastas antes de que se enfríe por completo. De la manera que tu lo hacías corres el peligro de que se te rompa la placa al intentar retirar el molde.
EliminarLo de ponerle peso va bien para que la placa quede completamente recta, ya que el chocolate al enfriarse por completo tiende a curvarse ligeramente.
A mi me gusta mucho trabajar con chocolate y estos pequeños detalles los he ido aprendiendo a base de ir probando cosas y experimentando con el chocolate.
Un abrazo.
Has hecho una versión del Tiramisú de lujo.
ResponderEliminarFelicidades.
Saludos
Muchas gracias Pepi, me alegro de que te guste.
EliminarUn saludo.