Me encanta el pan
integral y lo suelo preparar muy a menudo, en esta ocasión he elaborado un pan
al que le he añadido varias cosas para potenciar ese fantástico sabor que tiene
el pan integral, para empezar lo he hecho con masa madre integral, que se hace igual
que la normal pero con harina integral y creo que la da mejor sabor a este pan.
También he añadido
granos de trigo, que son granos no han sido procesados y todavía conservan el
endospermo, el salvado y el germen. Estos granos le dan mucho sabor al pan,
pero antes hay dejarlos toda una noche en remojo y después hervirlos para que
se ablanden y podamos consumirlos.
Además también he
incorporado unos orejones que he macerado en ron añejo para que se rehidraten y
cojan todo el sabor del ron.
Ingredientes
250 gr de agua, 300 gr
de harina integral, 150 gr de harina de fuerza, 50 gr de harina de centeno
integral, 100 gr de masa madre integral, 10 gr de levadura fresca, media
cucharadita de malta tostada, 50 gr de granos de trigo, 60 gr de orejones, 9 gr
de sal, 40 gr de ron añejo, 50 gr de zumo de naranja, 25 gr de miel.
Elaboración
Empezaremos lavando los granos de trigo bajo el grifo con ayuda de un
colador (es recomendable lavarlos bien aunque vengan dentro de un paquete),
después los ponemos en una olla y cubrimos con agua. Los dejamos en remojo toda
la noche. También aprovechamos para poner los orejones a macerar con el ron.
Al día siguiente retiramos el agua y volvemos a cubrir los granos con
agua limpia. Ponemos la olla al fuego y hervimos durante una hora, hasta que
estén blandos o se empiecen a abrir. Colamos y dejamos enfriar.
Ahora cogemos un bol amplio y batimos la masa madre, el agua, el zumo de
naranja, la miel, la levadura y el ron (el ron lo cogeremos del que teníamos
macerando), después incorporamos la malta tostada y mezclamos bien para que no
queden grumos.
En otro bol, mezclamos las harinas y la sal y lo añadimos a la mezcla
anterior. A continuación troceamos los orejones y los añadimos al bol. Mezclamos
bien con las manos hasta que se unan todos los ingredientes y nos quede una
masa homogénea. Tapamos con un trapo húmedo y dejamos reposar 10 minutos.
Untamos ligeramente la mesa con aceite, sacamos la masa del bol y
amasamos ligeramente durante 10-15 segundos terminando con la masa en forma de
bola.
Lavamos y secamos el bol con agua caliente (sin jabón), untamos el bol
con un poco de aceite, volvemos a meter la masa en el bol y la dejamos reposar
durante 10 minutos, tapada con un trapo húmedo. Repetimos esta operación dos
veces más, hasta que tengamos una masa suave y elástica.
Finalmente dejamos la masa en el bol, tapada, durante una hora u hora y
media en un sitio templado hasta que
prácticamente doble su tamaño.
Ahora dividimos la masa en dos partes y formaremos dos “batards”,
para ello primero formamos dos bolas tensando bien la superficie, cubrimos con
un trapo y las dejamos reposar 10 minutos.
Estiramos y aplanamos la masa hasta hacer una torta gruesa redondeada,
imaginaremos que la pieza tiene cuatro lados curvos, tomamos los dos lados más
alejados de nosotros y los plegamos hacia el centro presionando bien para que
queden sellados, ahora tomamos la punta que ha resultado de los pliegues
anteriores y la plegamos hacia el centro presionando para que quede bien
sellada.
Giramos la masa 180ºC y repetimos los pliegues anteriores en este lado.
Ahora plegamos la masa hacia nosotros de manera uniforme y sellamos ambos lados
con la base de la palma de la mano. Hacemos rodar la masa hacia delante y hacia
atrás, presionando levemente hacia abajo para conseguir expulsar por los
extremos el aire que haya quedado atrapado en el pliegue.
Ahora enharinamos dos paños de lino y forramos con ellos dos moldes de
metal alargados de 20x10 cm, nos servirán de cestos de fermentación, colocamos
las dos piezas sobre los paños con la unión hacia arriba, tapamos con un trapo
húmedo y dejamos fermentar hasta que casi hayan doblado su volumen.
Precalentamos el horno a 250ºC con la bandeja dentro. Preparamos una olla
y la metemos dentro del horno para que nos ayude a crear vapor en el interior
del horno, volcamos los panes con delicadeza encima de una tabla de cortar
cubierta con papel sulfurizado, hacemos unos cortes a las piezas con una
cuchilla y pulverizamos un poco de agua sobre los panes, abrimos el horno,
añadimos un vaso de agua en la olla que teníamos dentro y pulverizamos agua sobre las paredes y con
cuidado inclinamos un poco la tabla para que se deslicen los panes hasta
la bandeja del horno. Bajamos la temperatura del horno a 220ºC. Horneamos
durante 35-40 minutos aproximadamente, cuando hayan pasado 20 minutos
bajamos la temperatura a 200ºC y si vemos que empieza a coger mucho color
abrimos y cubrimos los panes con un poco de papel albal para que no se nos
quemen.
Sacamos del horno y comprobamos que suenen a hueco al golpearlos con los
nudillos en la base. Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla para
que circule bien el aire por debajo.
13 Comentarios
ideal para las dietas...gracias..!!
ResponderEliminarHola Mechu, el pan integral es muy saludable ya que conserva todos sus nutrientes y resulta ideal para mantener una dieta equilibrada.
EliminarUn saludo.
Saludable y lleno de sabor. Te ha quedado perfecto. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarMuchas gracias Clara, estaba riquísimo! el albaricoque le da un toque muy interesante al pan integral.
EliminarUn abrazo.
Que rico, quiero un trocito. saludos
ResponderEliminarGracias Anabel, en mi casa suele durar muy poco el pan, je,je, si no te guardaba un trocito.
EliminarUn saludo.
A mí también me gusta mucho el pan integral, sobre todo este que lleva pipas y esas cosas (que no tienen nada de integral).
ResponderEliminarUna vez me pasó algo curioso con el trigo, y es que lo compré como tú, sin procesar. Quería hacer un risotto de trigo y después de 2 horas cocinándolo estaba muy duro (para echárselo a los pollos, jejeje). Qué duros fueron los principios!!!!
Un abrazo.
Hola Alejandro, mis primeros intentos de hacer pan con los granos de trigo tampoco fueron del todo satisfactorios, pero después descubrí que si los dejaba en remojo toda la noche antes de cocerlos (como pasa con los garbanzos) quedaban mucho mejor.
EliminarUn abrazo.
Hola Roberto!!
ResponderEliminarCuanto hace que no venía a visitarte, la falta de tiempo es fatal porque obliga a dejar a un lado el tiempo libre...
Me encanta este pan que has hecho!! Yo también ando últimamente con la vena "panarra" y no hacemos nada más que probar y probar harinas para dar con los resultados que queremos. Este tuyo tiene una pinta fabulosa y es perfecto para tomar en tostada por la mañana con ese toque de melocotón y granos de trigo ;)
He estado mirando tus últimas entradas y sigues en tu línea, haciendo todo maravillosamente bien! Me han llamado mucho la atención los bombones de roquefort con corazón de caqui, tenían que estar espectaculares!!
Besos grandes!!
Hola Mrs Hudson!
EliminarHacia tiempo que no te veía por aquí, la verdad es que si que cuesta encontrar tiempo libre para hacer todo lo que uno quiere. A mi encanta hacer pan y cuanto mas pan hago mas ganas tengo de hacer pan, porque cuando te quieres dar cuenta el pan a volado, por lo menos en mi casa, je,je,... Este pan esta genial cuando lo tuestas un poquito y le pones un poco de queso cremoso por encima, es una delicia!
Me alegro de que te gusten las recetas, como ves yo siempre estoy probando cosas nuevas, pero en mi casa son mas tradicionales y no siempre logre que les guste todo lo que hago, en el caso de los bombones de chocolate blanco y roquefort era una combinación arriesgada y no llegue a convencerlos del todo, aunque a mi me encantaron!
Es una mezcla muy curiosa que vale la pena probar, yo le añadí el toque del caqui para darle mas frescura y suavizar un poco la mezcla, pero aun así no logre convencerlos a todos, pero bueno de vez en cuando hay que arriesgar un poco para sorprender a tus invitados.
Un abrazo.
Hola Roberto!!
ResponderEliminarEntonces ya somos dos! en casa también vuelan las hogazas que hacemos, sobretodo para el desayuno... las tostadas así, son otro mundo ;)
Estoy segura que con un poco de queso tiene que ser pecado divino!
Pues a pesar de no haber probado los bombones, creo que me gustarían. Me encanta combinar sabores diferentes y sorprendentes, aunque esto no hace falta que te lo diga ;), y personalmente me gusta mucho tu idea. sin duda algún día los probaré y te contaré, pero es muy probable que no me queden tan perfectos como los tuyos ya que tienes una mano y un estilo muy depurado, y tienes el don de hacer este tipo de elaboraciones totalmente perfectas.
Claro que si! hay que acostumbrarlos a todo, nada mejor que tener los catadores en nuestra propia casa.
Feliz fin de semana!! Besos!!!
Hola Roberto,aunque no va con el tema de la receta te queria comentar una duda.a la hora de elaborar una babaroise,cual es la proporcion de nata semimontada que hay q añadir con respecto a la crema inglesa? El doble? No se si me explico.siemprd claro para q la textura sea la correcta.gracias
ResponderEliminarHola David, una bavaroise normalmente lleva aproximadamente la mitad de nata semimontada que de crema inglesa, aunque en algunas recetas suele llevar casi la misma cantidad de nata que de crema inglesa. En cambio una mousse es todo lo contrario, suele llevar aproximadamente el doble de nata que de crema inglesa.
EliminarUn saludo.