Hoy me apetecía comerme una ensalada pero también
tenía ganas de hacer una tarta, así que se me ha ocurrido fusionar ambos en una
receta, por un lado he hecho una base crujiente con masa quebrada salada, le he
añadido una quiche de pimienta de Jamaica en el fondo y la he horneado hasta
que ha cuajado la quiche, después la he dejado enfriar.
Una vez fría la he cubierto con unos ricos berros,
después le puesto unas rodajas de queso de cabra, unos dátiles troceados y unas
nueces. Para terminar la he aliñado con una reducción de moscatel, aunque
también se podría substituir por miel, pero como la reducción ya la tenía hecha
he decidido aprovecharla.
Esta es una tarta muy ligera y nutritiva que resulta
ideal para tomar como entrante y sorprender a nuestros invitados.
NOTA: con estas cantidades tenemos para 2 tartas en
moldes de 22 x 9 cm o bien una tarta en un molde redondo de 28 cm.
Ingredientes
Para
la masa quebrada salada
300 gr de harina, 150 gr de mantequilla en pomada, 1
yema, una pizca de sal, 80 gr de agua.
Para
la quiche de pimienta de Jamaica
250 gr de nata, 75 gr de huevos, 25 gr de yema, una
pizca de sal y una baya de pimienta de Jamaica.
Para
cubrir la tarta
50 gr de berros, 70 gr de queso de cabra, 4 dátiles,
8 nueces y unas escamas de sal Maldon.
Para
la reducción de Moscatel
375 gr de Moscatel y 40 gr de azúcar.
Elaboración
Primero elaboramos la masa quebrada, en un bol
tamizamos la harina y la mezclamos con la mantequilla en pomada y la sal, hasta
que adquiera un aspecto arenoso. Después
añadimos la yema y el agua. Mezclamos hasta conseguir formar una bola de masa, no amasaremos esta
bola para evitar que adquiera elasticidad. Tapamos con papel film y dejamos
reposar en la nevera durante 60 minutos.
Mientras elaboramos la reducción de moscatel (si
optamos por utilizar miel en vez de reducción de moscatel, nos saltamos este
paso) ya que se tiene que enfriar completamente para que tenga la consistencia
adecuada. Ponemos el moscatel y el azúcar en un cazo, removemos bien y lo llevamos a ebullición, cuando empiece a
hervir bajamos el fuego y lo dejamos reducir hasta casi la mitad, removemos de
vez en cuando. Apartaremos del fuego antes de que llegue a la consistencia
deseada, ya que al enfriarse espesara más.
Para saber si ha llegado a la consistencia que
queremos, cogeremos un plato y lo meteremos en el congelador unos instantes,
sacamos el plato y ponemos una cucharada de la mezcla en el centro y volvemos a
meter el plato en el congelador como 1-2 minutos, sacamos el plato y lo
inclinamos un poco y veremos la consistencia que tendrá al enfriarse, tiene que
tener la misma consistencia que la miel. Cuando tengamos este punto retiramos
del fuego y dejamos enfriar completamente.
Sacamos la masa de la nevera y la estiramos sin
aportarle demasiado calor, de lo contrario se volvería pegajosa, yo suelo
estirarla entre dos trozos de papel sulfurizado ligeramente enharinados para
que no coja temperatura, de esta manera la masa tampoco se nos pegara ni a la
mesa ni al rodillo y no tendremos que añadirle harina extra. Estiramos hasta
conseguir un grosor de unos 3mm aproximadamente y que sea más grande que el
molde que vayamos a utilizar.
Forramos el molde con la masa, retiramos el sobrante
y pinchamos la masa con un tenedor para que no suba al hornearla. Congelamos
durante 30 minutos para que no pierda la forma al hornearla.
Mientras preparamos la quiche, batimos los huevos
junto con la yemas en un recipiente, en otro recipiente mezclamos la nata con
la sal y la baya de pimienta de Jamaica (previamente machaca en el mortero),
incorporamos a la mezcla de huevos y mezclamos bien pero sin batir en exceso.
Precalentamos el horno a 200ºC, sacamos la masa del
congelador y le ponemos un trozo de papel de aluminio con algo de peso encima
(legumbres) para que no suba. Horneamos ligeramente hasta que empiece a dorarse
unos 15 minutos aproximadamente.
Sacamos las masas del horno, retiramos el peso, y
rellenamos hasta la mitad con la quiche, bajamos la temperatura del horno a
180ºC y volvemos a introducir en el horno hasta que la quiche cuaje, podemos
comprobar si ha cuajado introduciendo un
palillo y si sale limpio es que ya está cuajada. Dejamos enfriar sobre
una rejilla.
Una vez tengamos la tarta fría, la cubrimos con los
berros, unas rodajas de queso de cabra, unos dátiles troceados y unas nueces.
Terminamos con un hilo de reducción de moscatel (o miel) y unas escamas de sal
Maldon.
6 Comentarios
Te acabo de descubrir gracias a Mrs Hudson y te tengo que decir que me ha gustado enormemente tus elaboraciones.
ResponderEliminarAqui tienes otro seguidor mas.
Un fuerte abrazo.
Hola ROD,
ResponderEliminarYo hace poco que descubrí el blog de Mrs Hudson y ya es uno de mis preferidos. Me alegra saber que te gustan mis elaboraciones y estoy encantado de tenerte por aquí.
Un abrazo.
Me encanta tu plato Roberto. La mezcla del queso con los dátiles y las nueces es espectacular......la quiche a la pimienta de Jamaica brutal...
ResponderEliminarLa salsa de moscatel me parece estupenda, una forma de sustituir a la miel que tiene que estar de muerte. El moscatel es muy versátil, hace poco estuve haciendo pruebas para hacer unas gominolas de moscatel para añadir a una espuma de foie.
Un abrazo.
Muchas gracias Alejandro, a mi me encanta el queso de cabra, un día me dio por probarlo con dátiles y me gusto mucho, quedan muy bien. La reducción de moscatel es una maravilla, normalmente la utilizo en postres pero también queda genial en una ensalada.
ResponderEliminarSuena muy bien eso que dices de las gominolas de moscatel con espuma de foie, espero ver pronto ese plato.
Un abrazo.
Un blog fantástico, enhorabuena. Desde hoy, puedes contar con una seguidora más :-)
ResponderEliminarMuchas gracias Elena, me alegra saber que te ha gustado el blog, así que bienvenida.
ResponderEliminarUn abrazo.