En esta ocasión me ha
dado por hacer un plato diferente a lo que habitualmente soléis ver en este
blog y es que aunque la pastelería es mi gran pasión, me gusta la gastronomía en general. Estos
días he estado fijándome en como montan los platos los grandes chefs y me han
entrado ganas de probar a hacer uno, en principio no era más que una prueba
porque no tenía muy claro si iba a ser capaz de montar un plato siguiendo ese
estilo, pero al final me ha gustado el resultado, aunque mi plato es bastante
sencillito comparado con los que visto, pero bueno creo que he conseguido
captar un poco la idea y ahora será cuestión de ir practicando.
En cuanto al plato he
empezado colocando una tierra de malta para que tener una textura crujiente y
ligeramente amarga, para hacer esta tierra he elaborado una masa brisée salada
con malta en polvo y después de hornearla la he desmigado. Encima he colocado
unos dados de salmón que he marinado en azúcar y sal durante 24 horas, después
he añadido unas montañitas de una crema de queso y mostaza a los lados para
aportar un punto de acidez y un caviar de remolacha para darle un ligero toque
de dulzor y también un poco de color. Para terminar he colocado unas hojas de
perejil para aportar un poco de frescura y darle un toque de color al plato.
Para hacer la tierra de
malta, cogemos un bol y mezclamos la harina, la sal y la mantequilla en pomada,
mezclamos bien con las manos hasta conseguir un aspecto arenoso, aparte
mezclamos la leche con la malta (podemos calentar ligeramente la leche para que
se mezcle mejor y no nos queden grumos). Añadimos el líquido al bol y mezclamos
hasta que se una todo y consigamos formar una masa. La envolvemos en film y la
metemos en la nevera para que se endurezca, unas 2 horas aproximadamente.
Ingredientes
Para el salmón marinado
Un lomo de salmón, el peso
del salmón en sal gorda, el peso del salmón en azúcar, una cucharada de
pimentón dulce.
Para la crema de queso y mostaza
100 gr de queso cremoso
(requesón, ricotta o philadelphia), una cucharada de postre de mostaza de
Dijon.
Para el caviar de remolacha
150 gr de puré de
remolacha (cocida), 50 gr de agua, 3 gr de agar agar, aceite de girasol.
Para la tierra de malta
125 gr de harina, 63 gr
de mantequilla, 3gr de sal, 25 gr de leche, 4 gr de malta tostada en polvo.
Elaboración
Si utilizamos salmón
fresco, empezaremos por congelarlo durante 24 horas y descongelarlo después en
la nevera. A continuación con ayuda de unas pinzas le quitamos todas las
espinas y las escamas.
En un cuenco mezclamos
la sal, el azúcar y el pimentón dulce (el pimentón nos ayudará a potenciar el
color naranja del salmón). Cogemos un taper que tenga la medida de nuestra
pieza de salmón y ponemos una capa de la mezcla de la sal, colocamos el salmón
encima, y cubriremos con el resto de la mezcla de la sal. Lo tapamos bien y lo
metemos en la nevera durante 24 horas. Se podría dejar más tiempo, pero
para mi gusto si lo dejo más tiempo encuentro que empieza a quedar algo seco.
Una vez que tengamos el
salmón marinado, le retiramos toda la sal que podamos y lo pasamos por el grifo
con agua fría para retirar toda la sal que quede, lo secamos bien con papel de
cocina y lo cortamos en dados grandes. Metemos los dados en un bol junto con un
chorrito de aceite de girasol y removemos para que queden bien embadurnados.
Reservamos.
Cuando se haya
endurecido la estiramos sobre una hoja de papel sulfurizado, y horneamos a
175ºC durante 15 minutos aproximadamente.
Tan solo necesitaremos una pequeña parte para hacer la tierra así que
podemos aprovechar para hacernos unas ricas galletas con ayuda de un
cortapastas antes de hornearla.
Para hacer el caviar de
remolacha, primero ponemos un cazo con agua y lo llevamos a ebullición, cuando
empiece a hervir introducimos la remolacha (previamente la habremos lavado bien para retirar toda la
tierra) y cocemos hasta que este tierna, unos 35 minutos aproximadamente. La
enfriamos en agua con hielo para poder pelarla y la trituramos con la túrmix
hasta conseguir un puré.
Cogemos un
bol, echamos aceite de girasol y lo metemos en el congelador para
enfriarlo un poco, hasta que alcance unos 5º C.
Cogemos 150 gr de puré
de remolacha y le añadimos los 50 gr de agua, le pasamos la túrmix de nuevo y
lo ponemos a calentar en un cazo, cuando empiece a calentarse le añadimos el agar
y removemos bien para que se disuelva. Continuamos removiendo hasta que
empiece a hervir y retiramos del fuego.
Llenamos una jeringa
con la mezcla y vamos echando gota a gota en el aceite frío. Colamos el aceite
con ayuda de un colador fino para quedarnos con el caviar y pasamos por agua
para quitar el exceso de aceite. Reservamos en el frigorífico.
Ahora elaboramos la
crema de queso y mostaza, para ello tan solo hay que mezclar el queso con la
mostaza hasta que consigamos una crema homogénea. La metemos en una manga con
boquilla lisa y reservamos en la nevera.
Ahora vamos con el
montaje del plato, primero desmigamos ligeramente las galletas de malta y
formamos una línea a largo del plato, pero haciendo ligeras curvas para que no
quede completamente recta. Ahora cogemos la manga y ponemos 6 montañitas de
crema a ambos lados de la tierra, más o menos como veis en la foto, ahora
colocamos cuatro dados de salmón y el caviar de remolacha por encima.
Terminamos con unas hojas de perejil sobre las montañitas de crema.
4 Comentarios
Un gran plato Roberto!!! La verdad es que lo tiene todo. La tierra de malta me parece un ingrediente estupendo a explorar.
ResponderEliminarLuego pruebas una cosa. Yo cuando hago caviar le pongo al puré de lo que lo vaya hacer un jarabe base (TPT azúcar-agua), así consigo que el caviar quede menos opaco y más brillante. También con eso se nivela el ph y esferifica mejor (aunque en realidad eso es con las esferificaciones de algin y calcic... en las hechas con agar tengo mis dudas)
Un abrazo.
Muchas gracias Alejandro, la malta tiene un toque amargo que me encanta, la suelo utilizar mucho para hacer pan, y pensé en probar de hacer unas galletas saladas para después utilizarlas en este plato.
EliminarEl caviar no me quedo todo lo bien que debería, tenia que haber quedado mas redondito, pero me despiste un poco en su elaboración y empezó a espesar antes de lo que esperaba. Había hecho caviar en alguna otra ocasión con frutas y le añadía el almíbar, pero al hacerlo con remolacha pensé que quizás quedaría demasiado dulce, así que probé de hacerlo sin azúcar haber que pasaba. La próxima vez lo haré con el almíbar a ver si queda mejor.
Un abrazo.
Acabo de conocer tu blog a trabes de Twitter, me parece una verdadera maravilla, sin dudarlo te seguiré a ti y tus fantásticas recetas ;-) un saludo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Àngels, me alegra saber que te gusta el blog y estoy encantado de tenerte por aquí.
EliminarUn saludo.