Como ya habréis podido
comprobar en muchas de mis recetas me gusta utilizar un tamaño pequeño o mini y
es que aunque sean más difíciles de
elaborar, principalmente porque hay que
tener mucha paciencia, es un tamaño que me encanta utilizar porque
resulta muy atractivo a primera vista y hasta al menos goloso de la casa le
cuesta resistirse a pegarle un bocado.
Para elaborar estos
minis he utilizado un cortapastas ovalado de 8 cm de largo, aunque podéis
hacerlo del tamaño que más os guste. En esta ocasión he utlizado un ingrediente
que no había probado nunca y que me ha encantado su sabor, se trata del “yuzu”,
puede que algunos ya lo conozcáis y puede que a otros os suene a chino y la
verdad es que no vais muy desencaminados porque el yuzu se originó en China y más
tarde se introdujo en Japón, el yuzu es un cítrico de color amarillo o verde
según su punto de madurez y con un tamaño similar al de una mandarina. Su sabor
es muy peculiar, recuerda un poco a la mandarina pero con un punto de acidez
más propio del limón o del pomelo.
Yo llevo tiempo
buscando este cítrico por las fruterías
pero nunca lo encuentro, así que empecé a buscar por internet y vi que los de
“Home chef” vendían una pasta concentrada de yuzu y esa es la que he utilizado
para esta elaboración. Aunque me ha gustado mucho el producto sigo teniendo ganas
de encontrar el yuzu en su forma natural porque a mí lo que más me gusta de los
cítricos es su piel y estoy seguro que la del yuzu tiene que ser la bomba!
Para hacer esta receta
he utilizado una masa sablée dulce a la que le he añadido sésamo en pasta y algunas
semillas, primero la hice solo con semillas pero me parecía que se notaba poco
el sésamo así que la volví a hacer pero esta vez triture las semillas hasta que
empezó a formarse una pasta y la utilice para hacer la masa, pero poniendo poca
cantidad porque al estar en forma de pasta su sabor es muy concentrado, después
de algunas pruebas di con una cantidad que me pareció la correcta para esta
elaboración.
Una vez que tuve la
base me dispuse a preparar la ganache de chocolate blanco y yuzu, que por cierto
el yuzu al ser un cítrico se lleva fenomenal con el chocolate, a continuación añadí unos dados de mango para darle más frescura y
terminé con un poco de granillo de pistacho y unas placas de chocolate negro.
En definitiva son un
par de bocados llenos de aromas, texturas y sabores con los que podéis seducir a
vuestros invitados estas navidades.
Ingredientes
Para la sablée dulce de sésamo
125 gr de harina, 75 gr
de mantequilla en pomada, 50 gr de
azúcar, 33 gr de huevo, 10 gr de pasta de sésamo y algunas semillas.
Para la ganache de chocolate blanco y yuzu
100 gr de nata, 20 gr
de azúcar invertido, 25 gr de mantequilla, 225 gr de chocolate blanco, 30 gr de
pasta de yuzu.
Otros
1 mango, granillo de
pistacho y placas de chocolate negro.
Elaboración
Empezaremos elaborando el sablée de sésamo, primero trituramos el sésamo en
un robot de cocina hasta que se forme una pasta, a continuación lo mezclamos con la mantequilla en pomada y el azúcar, cuando
este bien emulsionado añadimos el huevo ( es importante que el huevo este a
temperatura ambiente) y mezclamos bien. Añadimos la harina y algunas semillas
ligeramente machacadas y mezclamos bien estrujando la mezcla con las manos
hasta que logremos formar una masa. Envolvemos la masa en papel film y la
dejamos reposar en la nevera durante 2 horas para que se enfríe y la podamos
trabajar.
Mientras elaboramos la
ganache, calentamos la nata junto con el azúcar invertido y la pasta de yuzu
hasta que llegue a los 90ºC, retiramos del fuego y escaldamos la cobertura
(previamente picada y ligeramente fundida), removemos bien hasta obtener una
crema homogénea y cuando este a 35ºC añadimos la mantequilla cortada en dados,
seguimos removiendo hasta que la mantequilla se integre completamente. Emulsionamos
con el túrmix y la metemos en una manga. La reservamos en la nevera para que
coja consistencia.
Mientras hacemos las
placas de chocolate, fundimos unos 50 gr de chocolate negro a 50ºC y lo
atemperamos, vertemos tres cuartas partes del total sobre un mármol frío hasta
que alcance los 27ºC de temperatura de descenso, vamos removiendo con la espátula
para acelerar el proceso, unimos con el resto de cobertura para que alcance los
31ºC de temperatura de templado.
Cogemos una hoja
de papel de acetato o papel vegetal, volcamos el chocolate encima y
alisamos con la espátula, dejamos secar. Cuando empiece a estar seco le
colocamos una hoja de papel de acetato o papel vegetal encima y colocamos algo
de peso para que no se curve a medida que se vaya secando.
Estiramos la masa
sable que teníamos en la nevera sobre una hoja de papel sulfurizado, no
demasiado fina, ya que queremos que tenga algo de grosor. Con ayuda de un
cortapastas ovalado vamos sacando las piezas y las colocamos en la bandeja del
horno. Las cocemos hasta que estén doraditas, unos 12 minutos aproximadamente a
180ºC. Dejamos enfriar.
Mientras vamos
machacando algunos pistachos para obtener una especie de granillo, también
aprovechamos para ir cortando el mango en pequeños daditos.
Cuando las piezas de
masa sablée se hayan enfriado, sacamos la ganache de la nevera y vamos formando
hilos por encima de los óvalos (yo he utilizado una boquilla lisa nº12 de
Wilton). Ahora colocamos unos daditos de mango y espolvoreamos un poco de
granillo de pistachos por encima. Para terminar cogemos la placa de chocolate,
la partimos en pequeños trozos irregulares y decoramos con algunos trocitos.
6 Comentarios
El yuzu tiene un sabor característico muy bueno. A mí me gusta un montón, y he tenido la oportunidad de probarlo.... aunque estaba un poco verde de más y no lo aprecié mucho.
ResponderEliminarEspectacular como siempre tu plato, me encantan todos los petit four que haces, que más que una tentación son una perdición...
Un abrazo.
Muchas gracias Alejandro, el yuzu me ha encantado, tiene un sabor muy bueno y difícil de describir, a mi recuerda un poco a la mandarina pero al mismo tiempo es completamente diferente, solo se que queda genial cuando se combina con el chocolate.
EliminarTengo muchas ganas de encontrarlo en su estado natural, pero de momento por aquí no parece que lo vayan a traer, así que tendré que ir pensando en plantar un árbol, je,je.
Un abrazo.
Está genial !!! Yo soy una de esas que el me sonaba a chino lo de yuzu, así que gracias )) Me ha encantado la receta !! Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Mara, la verdad es que yo la primera vez que hoy hablar del yuzu también me sonaba a chino, je,je... de hecho pensaba que era una especie de raíz como el jengibre je,je...
EliminarAunque por aquí todavía es difícil encontrar el yuzu en su forma natural, ya se empiezan a ver productos como la pasta de yuzu que distribuyen los de "Home Chef" y también he visto algunas marcas que venden yuzu en polvo, así por lo menos podemos disfrutar de este maravilloso cítrico.
Un abrazo.
Qué receta más exótica! Si señor! Con lo que me gustan a mi los contrastes de sabores este parece un bocado perfecto! Gracias por la receta! Un besote!
ResponderEliminarMuchas gracias M.Jose, me alegro de que te gusten. A mi también me encantan los contrastes de sabores, en esta receta he intentado jugar con el toque cítrico del yuzu, la frescura del mango, el sabor dulce y mantecoso del chocolate blanco y el ligero amargor del sésamo y el chocolate negro.
EliminarAdemas de estar muy ricos tienen mucho colorido y eso hace que te entren mas ganas de pegarles un buen bocado!
Un abrazo.