Para hacer este pan he cogido algunas ideas del
libro de Dan Lepard y otras que he añadido yo a modo de experimento. Mi idea
era que este pan fuera ligeramente dulce, pero quería que mantuviera la textura
similar a la de un de un pan rustico, porque lo quería servir de acompañamiento
con una tabla de quesos, que es un capricho que me gusta darme de vez en
cuando, ya que me apasionan todos los quesos y disfruto mucho degustándolos.
Para empezar he usado varias harinas, como la de
espelta por su sabor y la integral por su aporte de nutrientes, también he
añadido malta tostada porque realza el sabor del pan y le da un color más
oscuro. También he añadido una parte de masa madre para que le aportara ese
ligero toque de acidez que queda tan bien en el pan y además le ayuda a
conservarse tierno durante más tiempo.
Una vez tenía la mezcla de harinas, era el momento
de elegir que llevaría el pan por dentro, ya que me encanta encontrarme trozos
de frutas o frutos secos en el pan. He elegido unos higos secos que he macerado
durante toda la noche en Oporto para que se hidraten y cojan el sabor del
Oporto.
Después he horneado unas lonchas de bacon con un
poco de azúcar moreno y una pizca de canela por encima hasta que han quedado
crujientes, las he dejado enfriar y las he cortado en trozos pequeños para
poder añadírselas al pan. Si os gusta el bacon tanto como a mí, tenéis que
probarlo caramelizado con azúcar y canela, seguro que os encantara.
El resultado final de este pan ha sido exquisito,
cuando lo abres te invade un aroma a Oporto increíble, cuando lo pruebas y
empiezas a encontrarte los trozos de bacon caramelizado y los higos con ese
aroma a Oporto es una gozada, sin duda este va a ser uno de mis panes
preferidos, además es excelente para acompañar cualquier queso.
Otra cosa que he observado es que el sabor mejora al
día siguiente, así que cuanto más tardéis en abrirlo más bueno estará, aunque yo no tengo tanta paciencia, menos mal
que hice dos barras.
Ingredientes
150 ml de Oporto, 150 ml de agua, 200 gr de higos
secos, 300 gr de harina de fuerza, 100 gr de harina de fuerza integral, 100 gr
de harina de espelta, 150 gr de masa madre, media cucharadita de malta tostada
fuerte, 8 gr de sal, 10 gr de levadura fresca.
Total liquido 290 gr (esto puede variar dependiendo
de la capacidad de absorción que tenga la harina que utilicéis, este es el
total que yo he añadido. Aunque entre el Oporto y el agua suman 300 gr, después
de dejar los higos macerando toda la noche, estos absorberán parte del líquido,
así que lo que nos falte lo completaremos con agua tibia).
Para
el bacon caramelizado
5 lonchas de bacon, un poco de azúcar moreno y una
pizca de canela.
Elaboración
La noche anterior troceamos los higos y los dejamos
macerando en la mezcla de 150 gr de Oporto y 150 gr de agua.
Al día siguiente, ponemos las lonchas de bacon en
una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado, añadimos un poco de azúcar
moreno por encima de cada loncha y con ayuda de un colador espolvoreamos una
pizca de canela, no demasiada, solo para darle un toque. Horneamos a 180ºC
durante unos 15-20 minutos, hasta que esté bien crujiente. Dejamos enfriar.
Para el amasado he usado la técnica que utiliza Dan
Lepard en su libro, que consiste en amasar
ligeramente la masa, darle un reposo, después volver a amasar ligeramente,
después otro reposo y así varias veces. Al utilizar esta técnica, notaremos que
después de cada breve reposo, la masa
parece más suave y elástica, y sin necesidad de estar amasando continuamente.
Untamos ligeramente la mesa con aceite, sacamos la
masa del bol y amasamos ligeramente durante 10-15 segundos terminando con la
masa en forma de bola.
Lavamos y secamos el bol con agua caliente (sin
jabón), untamos el bol con un poco de aceite, volvemos a meter la masa en el bol
y la dejamos reposar durante 30 minutos, tapada con un trapo húmedo. Después
amasamos otra vez durante 10-15 segundos.
Ahora procederemos a “plegar” la masa, según cuenta
Dan Lepard en su libro, se trata de estirar la masa sobre la mesa, darle forma
rectangular con mucha delicadeza y plegarla sobre sí misma en tres partes,
primero en una dirección y luego en la otra.
Al estirar suavemente la masa de esta manera se
alargan las burbujas formadas en la fermentación y cambian las propiedades de
las masas dotadas de un alto contenido de agua, y la tensión superficial que crea cada burbuja
hace que la masa permanezca erguida en lugar de desparramarse por la mesa.
Preparamos una bandeja y ponemos una capa fina de
aceite, colocamos la masa encima con el pliegue hacia abajo y cubrimos con un
trapo. Dejamos fermentar en un lugar cálido a unos 24-25ºC y resguardado de las
corrientes de aire. Al cabo de 30 minutos volvemos a plegar la masa como
hicimos antes y volvemos a dejar fermentar cubierta con un trapo. Al cabo de 60
minutos repetimos la operación, dejamos reposar cubierta con un trapo durante
60 minutos más.
Finalmente volcamos sobre la mesa ligeramente
enharinada y dividimos la masa en dos piezas.
Ahora formaremos dos “batards”, para ello primero
formamos dos bolas tensando bien la superficie, cubrimos con un trapo y las dejamos
reposar 10 minutos. Con esto conseguimos una primera forma ordenada y homogénea
y ayuda a que la forma final sea simétrica.
Estiramos y aplanamos la masa hasta hacer una torta
gruesa redondeada, imaginaremos que la pieza tiene cuatro lados curvos, tomamos
los dos lados más alegados de nosotros y los plegamos hacia el centro
presionando bien para que queden sellados, ahora tomamos la punta que ha
resultado de los pliegues anteriores y la plegamos hacia el centro presionando
para que quede bien sellada.
Giramos la masa 180ºC y repetimos los pliegues
anteriores en este lado. Ahora plegamos la masa hacia nosotros de manera
uniforme y sellamos ambos lados con la base de la palma de la mano. Hacemos
rodar la masa hacia delante y hacia atrás, presionando levemente hacia abajo
para conseguir expulsar por los extremos el aire que haya quedado atrapado en
el pliegue.
Ahora enharinamos dos paños de lino y forramos con
ellos dos moldes de metal alargados de 20x10 cm, nos servirán de cestos de
fermentación, colocamos las dos piezas sobre los paños con la unión hacia
arriba, tapamos con un trapo húmedo y dejamos fermentar hasta que casi hayan
doblado su volumen, unas 2 horas aproximadamente.
Precalentamos el horno a 210ºC. Cubrimos una bandeja
con papel sulfurizado y espolvoreamos un poco de sémola o harina, volcamos los
panes con delicadeza dejando un espacio en medio de la bandeja para colocar uno
de los moldes lleno de agua caliente para que nos ayude a crear vapor en el
interior del horno, hacemos unos cortes en diagonal a lo largo de cada pieza
con un cuchillo bien afilado, pulverizamos un poco de agua sobre los panes,
abrimos el horno y pulverizamos agua sobre las paredes y metemos la bandeja.
Horneamos durante 40 minutos, hasta que el pan
alcance un bonito tono marrón y suene a hueco al golpearlo con los nudillos en
la base. Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla para que circule bien
el aire por debajo.
4 Comentarios
Joer macho qué pan más bueno!!!! Bueno y la combinación con la tabla de quesos me parece de lo más acertada. A mí también me gustan un montón los quesos, y me los imagino con ese pan y no me imagino un capricho mejor.
ResponderEliminarUna pregunta....dónde compras las harinas???
Un abrazo, y enhorabuna por tu magnífico trabajo.
Muchas gracias Alejandro, me encanta prepararme una tabla de quesos como postre y este pan fue un perfecto acompañamiento para limpiar el paladar entre queso y queso.
ResponderEliminarEn cuanto a las harinas, si tengo que comprar varias las compro en el Amasadero "http://www.elamasadero.com/", tienen unas harinas magnificas y todo lo que puedas necesitar para hacer pan en casa.
Si solo necesito harina de fuerza, que es la que mas se usa, a veces las compro en tiendas de dietética o herbolarios ya que suelen proceder de cultivo ecológico.
Un abrazo.
¡No me lo puedo creer! Hace poco que conozco tú blog y me parecen alucinantes las recetas que cuelgas. ¿Hacer un pan y ponerle bacón con azúcar moreno y canela?, ¿y los higos? ¿A qué te dedicas profesionalmente? Tiene que ser a la restauración y si no es así yo que tú me lo pensaría. ¡Bravo!
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de que te gusten las recetas. De momento solo es una afición que me apasiona aunque no descarto dedicarme a ello en un futuro.
ResponderEliminarUn saludo.